El lado b de la tecnología: igualdad e inclusión para las personas sordas
- trprobots
- 5 oct 2021
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 6 oct 2021
Para las personas con sordera la falta de oportunidades y la desigualdad no está en la medicina, sino en los derechos. En el Día Nacional de las Personas Sordas, los militantes se reunieron para reclamar el reconocimiento de la Ley de Lengua de Señas Argentina.

A las 18 hs del domingo 19 de septiembre se conmemoró el 136º aniversario del primer instituto educativo para sordos, creado en 1885 bajo la Ley 1.666. Créditos: Rosario Peñaloza
La convocatoria para celebrar el Día Nacional de las Personas Sordas en la Plaza de los Dos Congresos reunió a cientos de personas a pesar del cielo nublado y la llovizna. El edificio del Poder Legislativo iluminó su fachada de azul, el color elegido por la Federación Mundial de Sordos, como símbolo de apoyo hacia esta colectividad.
A su vez, la Confederación Argentina de Sordos (CAS) invitó a su comunidad a ser parte del evento para promover la igualdad en derechos y oportunidades, y buscar el reconocimiento de la lengua de señas. Aunque la multitud no paraba de comunicarse, no se oía ruido en el lugar más allá del tránsito. Solo se podían observar manos en movimiento.
El principal reclamo del grupo giraba en torno al proyecto de Ley: Lengua de Señas Argentina (LSA), que busca instaurar un código nacional. Así como cada país tiene su propia lengua y habla, la CAS busca tener en nuestro país un conjunto de señas que se diferencie del universal. “Por fin nos sentimos escuchados y no invisibilizados. Ahora el Estado sabe que existimos”, manifestó el Presidente de la CAS, Enzo Rizzi.
Además, el directivo añadió que hay muchas barreras además de la médica, como la educación. El 95% de los niños sordos nacen en familias oyentes y reciben la lengua de señas a una edad tardía, cuando ingresan a la educación, ya que la primera recomendación de los médicos es el implante coclear.

Alejandro Makotrinsky, empleado legislativo del Congreso, con el pañuelo
azulado representativo de la colectividad. Crédito: Rosario Peñaloza
Desde el 2007 la comunidad lucha por su causa y ya presentó proyectos en cinco oportunidades diferentes. Alejandro Makotrinsky, empleado legislativo en el Congreso que lucha por la accesibilidad a la lengua de señas, comentó: “Por lo general nos vinculan con lo que es la medicina, pero en el ámbito medicinal nosotros tenemos beneficios. Evocan a la discapacidad auditiva y no al derecho de la persona como ciudadano sordo”.
La realidad de los sordos en la Argentina trasciende si tienen un audífono o un implante coclear. Según Teresa Focaracio Marcón, muchos de los miembros se oponen a utilizar estos dispositivos tecnológicos. “Lo que ellos buscan es que se acepte su lenguaje como una lengua más”, mencionó la seguidora de la causa.
En la misma línea, Analía Rodas, Intérprete de Lenguaje de Señas Argentina (LSA), comentó que no es recomendable denotar a la comunidad como “sordomuda”. Agregó que ellos sí pueden hablar, no por la boca, pero sí en su propio habla con el uso de señas.

La multitud se reunió en la puerta principal del Congreso
y luego se trasladó a la Plaza de los Dos Congresos. Créditos: Rosario Peñaloza
Si bien el grupo era mayoritariamente sordo, otras personas de afuera de la comunidad se unieron al reclamo. Entre ellos, había turistas que coincidieron en su visita o familias enteras que iban a apoyar.
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