Candelaria Jovanovics, toda una vida con hipoacusia
Candelaria Jovanovics padece de hipoacusia desde su nacimiento, pero gracias a la solución tecnológica de los implantes cocleares, hoy...
El implante coclear es un dispositivo que permite escuchar a las personas con sordera. Capta los sonidos con su parte externa y luego suplanta las células dañadas del oído y estimula el nervio auditivo. Así, los impulsos viajan al cerebro y permiten oír.
Una vez que el paciente logra la adaptación de su cuerpo al implante, podrá escuchar y recobrar un sentido más. ¿Por qué? El implante coclear, a diferencia de otras prótesis, suplanta la parte dañada del oído y estimula directamente el nervio auditivo. Esto incrementa la calidad del sonido y mejora la capacidad de la persona para comprender las palabras. Sin embargo, no todo es tan sencillo como parece. Los pacientes necesitan tiempo y ayuda para aprender a interpretar los sonidos que reciben.
A pesar de que el implante coclear es una gran solución, también ha traído muchos conflictos para los pacientes debido a la complicación de su acceso. En nuestro país, además de la Ley 25.415 de detección temprana y de atención a la hipoacusia, existe la Ley de Discapacidad. Esta cubre el cien por ciento de las prótesis auditivas en pacientes que tengan certificado de discapacidad por hipoacusia, detectado a través de una audiometría.
El costo de la cirugía depende de muchos factores, pero en líneas generales, incluido el equipo quirúrgico y derechos de quirófano, puede estar alrededor de $200.000. De todas formas, el implante no se compra individualmente, sino que hay una ley nacional que exige al estado proveerlo. Se importa un dispositivo personalizado para el paciente y está libre de derechos aduaneros gravosos y del IVA. Si hay una prepaga u obra social de por medio, se recibe un subsidio por ese gasto desde el Estado.
Por la tendencia de querer solucionar siempre con la tecnología, un error común de las personas oyentes es pensar que todo sordo desea escuchar. Si bien es una realidad que los implantes cocleares trajeron muchos beneficios para los que sí quieren oír, para otros, esto lleva a la desvalorización del lenguaje de señas. Es el caso de los miembros de la Confederación Argentina de Sordos (CAS), que consideran que el implante coclear no es la única solución a la sordera y hasta se oponen a la utilización de estos.
Para esta comunidad, la lucha es contra la falta de oportunidades y la desigualdad en los derechos, y se ha encargado de manifestarlo el 19 de septiembre, el Día Nacional de las Personas Sordas. En este día conmemorativo, cientos de personas se juntaron frente al Congreso Nacional para reclamar la aprobación de la Ley de Lengua de Señas Argentina.
Defienden que no tienen por qué adaptarse al lenguaje convencional del habla, si ellos ya tienen su propia lengua. Por eso, hace 20 años luchan para que su manera de comunicar sea reconocida y tengan un código propio en la Argentina.